-Sabes, pienso muchísimo en ti, Sarah.- Su tono era casi despreocupado, pero solo casi. El corazón de ella se aplacó un poco y después latió más deprisa unas doce veces.
-¿De veras?
-Sospecho que este fulano Dan te hizo sufrir, ¿no es cierto?
-No sé qué fue lo que me hizo- contestó Sarah sinceramente. (...)
Johnny adoptó un talante pensativo.
-Yo no querría hacerte sufrir- dijo, finalmente.
-Lo sé. Pero Johnny... Démosle tiempo al tiempo.
-Sí. -respondió él-. Tiempo. Supongo que es algo que no nos falta.
Stephen King.
No hay comentarios:
Publicar un comentario